sábado, 26 de octubre de 2013

miércoles, 10 de julio de 2013

martes, 30 de abril de 2013

viernes, 1 de febrero de 2013

El gran liróforo mexicano, Don Rubén Bonifaz Nuño, quien nos recuerda en cada verso que la poesía es música ha fallecido este 2013. Para decirle adiós, estas palabras que Darío le dedicó a Verlaine: "Que púberes canéforas te ofrenden el acanto, / que sobre tu sepulcro no se derrame el llanto, / sino rocío, vino, miel". Va el poema 28 de su libro Fuego de pobres, para celebrarlo.

ESTÁN cantando adentro;
hay cantares ahora en esta casa.
Entonces, fue verdad. Tengo la llave,
pero toco en la puerta
como cuando era el nadie que llegaba:
el sin cara y en busca,
el recién despertado, el todavía
dormido a medias, estirándose
 en rodillas torpes levantado.
La enmascarada esconde sus cabellos
con diadema florida,
su boca instrumental oculta
con labios lentos; enjaulados
vuelan los pájaros de la mirada.
Es hora, pues, de fiesta;
de aceptar que son breves las raíces
bajo la tierra del encuentro,
y, como en cartas familiares,
las felices noticias, los retratos
últimos, la promesa
del no tangible abrazo al despedirse.
Todo venía de camino, y viene
y desata la almendra en que se anudan
el rumbo del aroma y el del trigo
 y el vino y el carbón enllamarado.
Y hay cantares aquí, y he merecido
 tomar mi parte en el cantar.
Amigos,
¿qué podemos perder con alegrarnos?
Lengua de agujas, y costumbre
de espinas soportamos, y cilicios.
Si estamos de pasada, si nada más nos saludamos,
si habré de irme aunque no quiero.
Mi lámpara casual para escogerme
yo mismo, se me dio; con la esperanza
fugaz, y el calentado aceite
del cerco de esta noche en donde invento
mi jerarquía diurna de palabras.
Me aconsejo, me advierto, me amenazo;
soy pues, aquí, yo mismo.
Y otro será el que salga, y no me importa,
por el zaguán de madrugada,
y cogerá los cantos que sembramos.

viernes, 11 de enero de 2013

miércoles, 28 de marzo de 2012

jueves, 2 de febrero de 2012

Hasta siempre Wislawa Szymborska (1923-2012)


Agradecimiento

Debo mucho
a quienes no amo.

El alivio con que acepto
que son más queridos por otros.

La alegría de no ser yo
el lobo de sus ovejas.

Estoy en paz con ellos
y en libertad con ellos,
y eso el amor ni puede darlo
ni sabe tomarlo.

No los espero
en un ir y venir de la ventana a la puerta.
Paciente
Casi como un reloj de sol
entiendo
lo que el amor no entiende;
perdono
lo que el amor jamás perdonaría.

Desde el encuentro hasta la carta
no pasa una eternidad,
sino simplemente unos días o semanas.

Los viajes con ellos siempre son un éxito,
los conciertos son escuchados,
las catedrales visitadas,
los paisajes nítidos.

Y cuando nos separan
lejanos países
son países
bien conocidos en los mapas.

Es gracias a ellos
que yo vivo en tres dimensiones,
en un espacio no –lírico y no –retórico,
con un horizonte real por lo móvil.

Nisiquiera imaginan
cuánto hay en sus manos vacias.

"No les debo nada",
diría el amor
sobre este tema abierto.

(Trad. Abel Murcia)

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